La creación del mandala es una meditación activa que nos conecta con nuestra propia esencia

Crear Mandalas e interactuar con ellos, ya sea a través de la meditación o con la simple observación, abre puertas o portales hasta el momento desconocidas, permitiendo que se manifieste de forma espontanea la sabiduría interior, así como también aquello aparentemente caótico que debemos resolver desde una perspectiva más paciente, progresiva, compasiva, conciliadora y sabia.
Psicólogicamente la forma en que se dibuja y/o pinta un mandala tiene un simbolismo especifico y vendría a exponer la situación psíquica del autor, por lo cual en estricto rigor, ninguno será igual a otro. La creación del mandala es una meditación activa que nos conecta con nuestra propia esencia, permitiendonos expandir la conciencia y mejorar nuestra interacción con el mundo, escuchar mejor nuestra intuición, y desarrollar la autoaceptación y la autoobservación de una manera más fluida y más consciente.