Anímate. Pinta un Mandala y déjate llevar.

Pintar Mandalas te lleva a un nivel profundo de conciencia. Si estás alterado, nervioso, ansioso… o desesperado… date la oportunidad de iluminar un Mandala…. y obsérvate.
Se te caen los colores? Te alteras más? Te vas integrando poco a poco a tu Mandala?
Este proceso de auto observación es lo que te lleva poco a poco a un estado de paz… en cuanto menos te imaginas, empiezas a respirar pausadamente. Suavemente. Quizá le dediques tu atención algunos minutos a los pensamientos que se agolpan… a lo que te aqueja en ese momento. Pero hay algo superior a ti que te permite conectarte con tu yo más profundo. Es ahí donde sucede la magia del Mandala. Te lleva de la mano, y con suavidad.
Permítete sentir las ondas de calma en tu cuerpo. Y disfruta el proceso.
Date chance de relajarte y saborear esos momentos de paz y calma.
Anímate. Pinta un Mandala y déjate llevar.
Pon música y a disfrutar…